Varios minutos de meditación al día pueden mejorar la salud física y mental de las personas e incluso reducir el riesgo de padecer Alzheimer y enfermedades cardiovasculares, según estudios científicos.
“Estoy convencido de que la meditación es una de las herramientas que podría ayudar a que las personas sean más saludables y felices a medida que envejecen”, dijo Gaël Chételat, coordinador del proyecto MEDIT-AGEING publicado por Horizon, la revista de Investigación e Innovación de la Unión Europea.
Si bien el proyecto finalizó en marzo de 2022 después de seis años, Chételat espera que los resultados ayuden a generar cambios en la atención médica y continúa impulsándolos como directora de investigación en el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia (INSERM) .
Para 2050, la población mundial de personas mayores de 60 años alcanzará los 2.100 millones, según la Organización Mundial de la Salud .
Chételat y su equipo llevaban más de 20 años estudiando la enfermedad de Alzheimer y el envejecimiento cuando comenzó MEDIT-AGEING en 2016.
Su propia experiencia con la “atención plena” o mindfulness, una forma de meditación que se enfoca en el momento presente al sintonizar con la respiración, los sonidos o las sensaciones corporales, la inspiró para mirar más de cerca esta área.
“Cuanto más practicaba la meditación, más pensaba que podría ser realmente beneficiosa para la población que envejece”, dijo Chételat.
La evidencia sugiere que la meditación consciente mejora la concentración y la memoria y reduce el estrés, la ansiedad, la depresión, los trastornos del sueño e incluso el riesgo de enfermedades del corazón.
Todos estos son factores relacionados con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas, según Chételat.
Opción terapéutica
Para Ivana Burić, becaria de investigación postdoctoral en la Universidad de Ámsterdam en los Países Bajos, el interés por la atención plena surgió mientras se recuperaba de un traumático accidente de tráfico que la llevó a varias cirugías.
Ahora Burić lidera un proyecto de dos años financiado por la Unión Europea llamado Inspirer que, usando pruebas similares a las de MEDIT-AGEING, está investigando el mindfulness entre estudiantes universitarios.
Al igual que Chételat, Burić espera que los científicos pronto tengan pruebas suficientes para persuadir a los legisladores de que ofrezcan atención plena a cualquier persona con problemas de salud mental o crónicos.
También espera que esté disponible en escuelas, universidades y lugares de trabajo.
“La meditación de atención plena funciona, es muy simple, no cuesta mucho dinero y cualquiera puede hacerlo”, manifestó.